Nuestra historia
Población situada a 155 m de altitud, a la orilla derecha del río Llobregat, junto a la carretera de Abrera a Manresa (C-55). Está construida esglaonadament en la vertiente de mediodía de la sierra de Canfranc. De Monistrol de Montserrat salía uno de los caminos reales para subir a Montserrat. Las primeras noticias de Monistrol de Montserrat, con el nombre de Monasteriolum, no constan hasta el año 942 en un documento de compra que hace Cesari, fundador y primer abad de Santa Cecília.
La población propiamente dicha no se forma hasta el siglo XIV junto al puente sobre el río Llobregat y del palacio prioral. Precisamente fue bajo el priorato de Bernat Escarrer (1300-1322) que se inició la construcción del puente, que se finalizó, junto con el palacio prioral, siendo prior Jaume de Viveros, primer señor feudal de Monistrol (1348-1375). El puente fue construido para facilitar el paso de los peregrinos que iban a Montserrat, que hasta entonces se veían obligados a pasar el río Llobregat con una barca.
El acabado de las obras coincide con la llegada a Monistrol de la peste negra, que comporta una disminución importante de la población: de 158 fogajes el 1358 se pasa a 97 el 1378. Durante el siglo XV Monistrol vive una profunda crisis, de la cual sale el siglo siguiente, sobre todo gracias a la fiebre constructora de este periodo. En el siglo XVII, Monistrol vive un notable crecimiento urbano, que tiene como puntos culminantes la creación de la Plaza Pública, la Casa de la Vila y la Font Grande.
Durante el siglo XVIII, Monistrol experimenta un crecimiento demográfico gracias al aspecto parcial de Monistrol de Montserrat desde el pie de la montaña.
El año 1787 se llega a la cifra de 1.341 habitantes. La industrialización del siglo XIX llega también con fuerza a Monistrol, hecho que produce un nuevo aumento de la población, que se sitúa a 2.332 habitantes a finales de siglo. El incremento de la actividad textil y las obras que se hacen entre 1920 y 1930 para hacer llegar a Monistrol de Montserrat la carretera de Manresa y los Ferrocarriles Catalanes da un nuevo empujón a la villa, que llega a 3.497 habitantes en 1935. Pronto, pero, los estragos de la Guerra Civil hacen menguar el número de habitantes, que se reduce hasta 2.299 en 1950.
La reanudación de la actividad industrial, la llegada a finales de los años cincuenta de una oleada inmigratoria procedente del sur de España, la instalación de nuevas industrias y el aumento de visitantes al monasterio de Montserrat, con la consiguiente necesidad de personal para atenderlos con todos los servicios, han devuelto a Monistrol un ritmo estable de actividad, que abre buenas perspectivas en orden al futuro más inmediato. Ante Monistrol de Montserrat tenemos la Bestorre, una torre de planta circular, hecho con sillares de aparato medio y muy escuadrados, que se puede datar de finales del siglo XI o principios del XII.
Actualmente tiene un fragmento de muro derecho y otro de caído que se aguanta en el primero, porque durante la Guerra de Sucesión, el abad Manuel Marrón la hizo volar por el temor que los partidarios del archiduque Carlos de Austria no se hicieran fuertes.